jueves, 14 de julio de 2016

Lesa humanidad: No avanza la causa contra los exdirectivos de la Editorial Atlántida

En la mañana del miércoles 17 de julio, Alejandrina Barry se presentó a la audiencia, ante el juez Casanello, en el marco de la causa que investiga la participación de los ex directivos de la Editorial Atlántida por delitos de lesa humanidad ocurridos durante la última dictadura cívico-militar
Por: Paolo Zaniratto, Abogado del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (CeProDH)
Por pedido de la querella encabezada por Alejandrina Barry, miembro del CeProDH y militante del PTS, en el día de hoy se llevó a cabo una audiencia en el Juzgado Criminal y Correccional Federal N°7, a cargo y en presencia del Dr. Sebastián Casanello y con presencia además de la Fiscal Dr. Paloma Ochoa.

Alejandrina Barry, hija de desaparecidos y querellante en esta causa, estuvo acompañada por Myriam Bregman, diputada del PTS-FIT, abogada querellante en la presente causa; Andrea Bello sobreviviente y querellante en la causa ESMA; los miembros de la APDH Gisela Cardozo y Moreau Ernesto; y los abogados del CeProDH Lilén Reyes y Paolo Zaniratto.

La audiencia fue solicitada al Juez de la causa a los efectos de que distintas personalidades y miembros de organismos de DD.HH. puedan manifestar las preocupaciones en torno a la parálisis de la causa que lleva ya años, y plantear la necesidad de avanzar en la búsqueda de la verdad y el castigo de los responsables. Hay que recordar que hace un tiempo, muchos organismos de derechos humanos e importantes personalidades con vasta trayectoria en la lucha contra la impunidad presentaron un “Amicus Curiae” para aportar elementos de prueba a la causa y manifestar lo importante y paradigmática que es esta causa para avanzar contra el manto de impunidad del que gozan los civiles cómplices y coautores de los delitos de lesa humanidad.

Incompetencias
Hay que recordar que la querella fue iniciada hace más de seis años y que a pesar de la vasta prueba aportada a la causa, al día de hoy no hay imputaciones sobre los responsables de lo que se denominó “acción psicológica” por parte de los medios de comunicación participes en el genocidio de los ’70. Es así que desde el inicio de las actuaciones, la causa quedó empantana por conflictos de competencia entre el Juzgado Criminal y Correccional Federal N°12 y el Juzgado Criminal y Correccional Federal N°7.

El conflicto básico se daba por el contexto en que debían investigarse los hechos que damnifican a Alejandrina Barry (hay que recordar que sus padres fueron secuestrados y luego asesinados en tierras uruguayas por un plan conjunto entre Fuerzas Armadas argentinas y uruguayas y que luego usaron su imagen en distintas revistas como “Somos”, “Gente” y “Para Ti” para legitimar ese accionar criminal); mientras que para el Juzgado Federal N°12 la causa debía investigarse en el marco del denominado “Plan Cóndor”, para el Juzgado Federal N°7 la causa debía tramitarse en el contexto de la causa “ESMA”. Finalmente y por decisión de la Cámara Criminal y Correccional federal la causa quedó radicada ante el Juez Casanello.

Desarrollo de la audiencia
Luego de que los representantes de los Organismos y los abogados querellantes manifiestan el derrotero seguido por esta causa desde sus inicios, marcando que además de la parálisis debido a las sucesivas declaraciones de incompetencias por los Juzgados mencionados, el problema central radica en que aún no hay imputados individualizados y que el paso del tiempo sin avances no es ni más ni menos que la perpetración de la impunidad. Se hizo una importante mención a los antecedentes que dan cuenta de que esta “acción psicológica” llevada a cabo por ciertos medios de comunicación y diagramada por las fuerzas armadas tuvo ya reconocimiento en muchas causas de lesa humanidad y que han sido acreditadas en múltiples sentencias condenatorias.

En este sentido se remarcó, una vez más como a lo largo de muchas presentaciones judiciales, que el “modus operandi” de la prensa en estos hechos está demostrado en la causa “Thelma Jara de Cabezas”, quien estando secuestrada en la ESMA fue llevada a una confitería porteña en donde fraguaron un reportaje para la revista “Para Ti” en donde la obligaron a hablar en contra de la “subversión y los terroristas” y en lo que se denominó “Centro Piloto París”, que era un “grupo especial” de contrapropaganda para legitimar la dictadura y al mismo tiempo hacer tareas de inteligencia contra los exiliados. En definitiva se dejó en claro que la voluntad de los Organismos de DD.HH presentes en la audiencia es no dejar que estas investigaciones sean un eslabón más de la impunidad y que se seguirá buscando la verdad y el castigo a los culpables.
Alejandrina Barry se reunió con el juez Casanello por la causa Editorial Atlántida
En el marco del proceso por la responsabilidad del grupo mediático en delitos de lesa humanidad contra ella y sus padres, Barry estuvo en Comodoro Py
Por: Rosa D´Alesio
¿Por qué pidieron la audiencia con el juez Sebastián Casanello?
La audiencia junto a organismos de derechos humanos es por la parálisis de la causa que atañe a los dueños de los medios de comunicación que fueron partícipes necesarios del plan genocida.

Le manifestamos al juez que la cantidad de pruebas aportadas durante todos estos años, que iniciamos la querella en 2010, demuestra el rol que jugaron, tanto los dueños de Editorial Atlántida como todo su staff editorial y los miembros jerárquicos.

Algunos son personajes muy conocidos, como Samuel “Chiche” Gelblung, Héctor D’Amico, jefe de redacción del diario La Nación, Serra de la revista gente, y el exdirector de Para Tí en la dictadura Agustín Botinelli.

¿De qué acusan a estos medios?
Denunciamos que ellos, junto a marinos de la ESMA, armaron una operación de prensa, publicando supuestas notas informativas, con fotos mías cuando estaba apropiada por los militares, diciendo que había sido abandonada por mis padres terroristas subversivos.

Tenía tres años, mis padres habían sido asesinados por los militares y a mí me usaron como botín de guerra para llevar adelante lo que ellos llamaban medidas de acción psicológica y de propaganda para legitimar el terrorismo de Estado.

Las tres revistas Somos, Gente y Para Tí me ponían a mí con imágenes terribles, mostrando una cuna donde supuestamente dormía rodeada de armas, diciendo que mis padres merecían morir.

Me usaron para legitimar su accionar ante la población civil y justificando también la apropiación de los hijos de los militantes. Copiado de la Alemania nazi y su aparato de propaganda.

Planteamos que hay fallos que han avanzado en condenar a los responsables de estas prácticas realizadas durante la dictadura, como el diario El Mercurio de Chile y el diario O Globo de Brasil.

Sabemos que es una pelea difícil porque nadie quiere enfrentar a los civiles y en particular a los grandes intocables que son los dueños de los medios de comunicación.
¿Qué otras cosas plantearon en la audiencia?
Myriam Bregman, que fue mi abogada en esa causa hasta que asumió como diputada nacional, planteó que nuestra pelea ha sido sistemática y firme para demostrar que hubo un genocidio.

Y que vamos a seguir reuniendo todas las pruebas para que se condene a los empresarios que idearon, planificaron y apoyaron el golpe militar. En mi caso en particular vengo peleando desde mi adolescencia.

A los 13 años vi las publicaciones en que habían usado mis fotos para su campaña. Y al revés de los que pretendían los militares y esos medios de comunicación, conocer esa historia de mis padres me llevó a reivindicar la militancia.

Y todos estos años he peleado, investigado y aportado junto con mis compañeros todas las pruebas que hay en la causa.

¿Qué pruebas hay en la causa?
Está demostrado que en el operativo en 1977 en Uruguay, junto a las Fuerzas Armadas uruguayas y la patota de la ESMA, asesinaron a mis padres y me secuestraron a mí y además a los militantes que allí estaban.

Planificaron estas publicaciones en común, como parte del modus operandi de esta editorial durante toda la dictadura, en casos muy conocidos como el de Thelma Jaraz de Cabezas.

Ernesto Moreau, presidente de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, también fue muy claro al respecto. Sostuvo que el rol de los medios de comunicación no fueron casos aislados, sino que fue un plan sistemático.

Por lo tanto que tiene que avanzar la causa para demostrar que fueron cómplices necesarios de la dictadura en los delitos de lesa humanidad.

¿Cómo sigue la pelea?
La causa está paralizada con justificaciones absolutamente formales, como la declaración de incompetencia de los distintos jueces.

Nunca han dado argumentos sólidos legales de por qué no avanzan en condenar a los responsables. Trasmitimos que nuestra voluntad es luchar como lo hemos hecho siempre hasta que sean juzgados y condenados todos los militares y civiles.

El mensaje de impunidad, reconciliación, provocación del actual gobierno con genocidas en las calles como este 9 de Julio, nos indigna. A su vez hace que redoblemos las fuerzas para enfrentar esta política y avanzar contra la impunidad. Nuestras fuerzas y convicciones están más firmes que nunca.

Al salir de la audiencia me enteré de la triste noticia del fallecimiento de nuestro compañero Enrique “Cachito” Fuckman, quedé consternada y con una tristeza profunda.

No puedo dejar de decir en estas páginas que se sintió su ausencia. Él me acompaño con una fuerza enorme desde el primer momento en esta causa, declarando, peleando con los jueces que querían mantener la impunidad.

Esta también fue una de las tantas peleas contra la impunidad y la represión que llevamos adelante juntos.
Imágines de la revista Para Tí: notasviejitas.blogspot.com.ar
Fuente: La Izquierda Diario

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