lunes, 9 de febrero de 2015

La verdad periodística detrás del Swiss Leaks: 140 reporteros, 45 países y 60.000 archivos filtrados

Una investigación coordinada por el Consorcio Internacional de Periodismo de Investigación habla de un enorme fraude fiscal alrededor del mundo facilitado por el banco HSBC que albergó cuentas de criminales y vinculadas con actividades ilícitas. Entre los periodistas que trabajaron en esta investigación están Daniel Santoro (Clarín), Hugo Alconada Mon e Ivan Ruiz (La Nación)
Swiss Leaks ha revolucionado el panorama periodístico en las últimas 24 horas. La investigación que ha revelado archivos desclasificados de clientes 'premium' del HSBC en los últimos diez años se ha convertido en lo más buscado del momento.

Un trabajo periodístico desconocido para el gran público, pero que en prnoticias intentamos desgranar. Algunos datos: el informe coordinado por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) necesitó de 140 reporteros de 45 países diferentes que analizaron 60.000 artículos. En España, el informe ha sido elaborado por freelancers y al margen de los medios tradicionales.

Fernando Alonso, Diego Forlán, el diseñador Valentino, Tina Turner, Elle Mc Pherson, David Bowie, Mohammed VI y Abdalá II. Son sólo algunos de los dueños de las cuentas reveladas por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) en una macro investigación titulada Swiss Leaks.
A última hora de ayer ‘El Objetivo’ de La Sexta y El Confidencial revelaron los primeros datos de un informe que ha se irá publicando simultáneamente en todo el mundo.

La investigación ha estado coordinada por Gerard Ryle (ICIJ) y Serge Michel (Le Monde). Ellos trabajaron con un equipo de 140 periodistas en 45 países para analizar 60.000 archivos filtrados, algunos de las cuales proporcionan detalles explícitos de cómo el banco estaba al tanto de irregularidades por parte de algunos clientes. El valor total que tuvo lugar en las cuentas bancarias supera los 100.000 millones de dólares.

Después de enterarse de la investigación de ICIJ, HSBC reconoció que era ‘responsable de los fallos de cumplimiento y control, aunque en sucesos pasados’.

Los documentos obtenidos por ICIJ a través del diario francés Le Monde ya son la base de investigaciones fiscales en varios países después de que los documentos fuesen entregados a las autoridades fiscales francesas. Los archivos filtrados proporcionan detalles sobre los nombres, profesiones y valor de los activos de más de 100.000 clientes de HSBC, que incluyen a la realeza, políticos, figuras públicas, celebridades y líderes de negocios en más de 200 países.
ICIJ y sus socios en todo el mundo utilizan métodos de información tradicionales, así como el análisis de datos y herramientas digitales diseñadas especialmente para este proyecto.

El ICIJ funciona con organismos asociados en el mundo –que proporcionó a los periodistas- así como filiales.

De hecho España, la mayoría de los colaboradores – José María Olmo, Daniele Grasso, Carlos Hernanz, Paloma Esteban, Eduardo Segovia, Joaquín Castellón, Marcos Garcia Rey, Mar Cabra- son periodistas freelancers que no trabajan en los grandes medios de Comunicación. Es más, el hecho de que se haya publicado en ‘El Confidencial’ y en La Sexta da buena cuenta de que el ICIJ –al menos en España- no confía en los medios tradicionales y del establishment.
¿Qué es el Consorcio Internacional de Periodismo de Investigación?
Fundado en 1997, ICIJ se lanzó como un proyecto para mundializar la investigación periodística, centrándose en la delincuencia transfronteriza, la corrupción y pidiendo rendición de cuentas del poder. Cuena con especialistas en periodismo, en informática, expertos en registros públicos, verificadores y abogados, informadores que proporcionan recursos en tiempo real y herramientas con tecnología de última generación y técnicas para periodistas de todo el mundo. Se financia mediante donaciones que se pueden realizar en su propio portal.
Le Monde, uno de los diarios que publica el informe

Cuentas filtradas de Suiza: un argentino encabeza la lista
El contador Miguel Abadi, la mayor fortuna de la lista robada al HSBC
Por: Iván Ruiz y Hugo Alconada Mon

Si el hombre con más dinero depositado en Suiza entre los clientes del banco HSBC de todo el mundo caminara por la calle Florida, probablemente nadie lo reconocería. Y eso que se trata de un contador argentino, de 51 años, graduado de la Universidad de Belgrano y por cuyas manos pasaron -y aún pasan- miles de millones de dólares.

El número 1 en el ranking global del HSBC se llama Miguel Gerardo Abadi. Radicado en Londres, es "manager" de Gems, un fondo de inversión que llegó a administrar US$ 6700 millones entre acciones, bonos y otros activos financieros.

Abadi gestiona la mayor fortuna de la lista de los 106.498 clientes del HSBC en 203 países que el informático del banco, Hervé Falciani, entregó a las autoridades de Francia. El diario Le Mondeobtuvo la información y la compartió con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), que integra La Nación.

Entre los clientes del HSBC Ginebra aparecen reyes, presidentes, traficantes de armas, estrellas de rock y deportistas. Y 4620 cuentas se vinculan con la Argentina.

Desde que se hizo público el robo de datos, que Francia obtuvo a cambio de brindarle asilo a Falciani ante el pedido de detención de Suiza, hay quienes creen que el informático es un Robin Hood moderno. Otros, por el contrario, lo consideran un delincuente que pretendía recaudar millones con la venta de su información privilegiada.

Del listado de Falciani, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) consiguió una copia parcial de las autoridades francesas, pero sólo de las cuentas vinculadas a la Argentina. El organismo tributario la filtró, también de manera parcial, el 27 de noviembre pasado. Así lo hizo mientras Cristina Kirchner enfrentaba el escándalo por las irregularidades de su sociedad hotelera Hotesur SA. Pero la AFIP deslizó algunos nombres sin mayor verificación ni precisión -como el de Raúl Moneta, entre otros-, tal como advirtió la Justicia al recibir la denuncia del organismo por los argentinos mencionados en la lista.

Sin embargo, tener una cuenta en Suiza es legal, excepto que no haya sido informada a las autoridades argentinas y, por tanto, no se tribute por esos fondos. La evasión total es de 62.000 millones de pesos desde 2006 hasta la actualidad, calculó la AFIP. Y detalló que sólo 158 de las más de 4000 cuentas fueron oportunamente declaradas.

La AFIP también acusó a la sucursal argentina del HSBC tras considerar que brindó asesoramiento para operar con dinero fuera de la Argentina sin declararlo ante las autoridades. "El HSBC Argentina rechaza enfáticamente su participación en asociación ilícita alguna, incluyendo cualquier organización que permita la exteriorización de capitales con la finalidad de evadir impuestos", indicó el banco cuando el organismo difundió la información.

El análisis realizado durante los últimos seis meses por La Nación junto a 140 periodistas que integraron el equipo de ICIJ indica que el HSBC registró depósitos por al menos US$ 102.000 millones entre 2006 y 2007 en su sucursal de Ginebra. El cantante David Bowie; el presidente de Paraguay, Horacio Cartés; el piloto Michael Schumacher; el banquero Emilio Botín; el futbolista uruguayo Diego Forlán, y hasta Mohammed VI, rey de Marruecos, figuran entre sus clientes.

Las autoridades de los países involucrados investigan ahora la situación fiscal de cada uno de ellos. También aparecen nombres menos rutilantes, pero más relevantes: vendedores de armas y traficantes de diamantes, entre otras actividades ilegales.

Ninguno, sin embargo, manejó tanto dinero como Abadi. El contador operó hasta US$ 1100 millones entre sus 65 cuentas registradas en el HSBC Suiza en 2006-2007. Esa cifra representa un tercio de los fondos registrados en Suiza por todos los argentinos en ese período, un total de US$ 3505 millones.

Séptimo lugar
La Argentina es el séptimo país entre los de mayor cantidad de clientes registrados en el HSBC de Ginebra, con 4620, por encima de países como Estados Unidos, Alemania y Rusia.

En cambio, si la lista se ordenara por cantidad de dinero, la Argentina ocuparía el 22° lugar. Es decir, excepto las cuentas de Abadi, se trata de clientes que manejan saldos bajos. El caso de Venezuela es ejemplificador: tiene la mitad de clientes que la Argentina, pero diez veces más cantidad de dinero (ocupa el tercer lugar mundial).

Los fondos operados por Abadi ascendieron a US$ 6700 millones en 2008 según él mismo reconoció en una entrevista a una revista americana especializada en finanzas. Abadi maneja una cartera con inversores de 40 países del mundo.

Su tarea es administrar el riesgo a pedido de sus clientes: apuesta, principalmente, a los hedge funds, activos financieros de alto impacto. Como socio tiene a otro argentino: David Raúl Goldfarb, un economista de 58 años con domicilio en Tel Aviv. Sus clientes son un misterio. Gems impone una madeja de sociedades, registradas mayormente en jurisdicciones en las que rige el secreto bancario, que hace imposible que se filtre la información. Tienen firmas registradas en al menos 12 países.

"Nuestros clientes son fuentes corporativas e institucionales", reconoció Abadi en la entrevista. El contador argentino es apoderado o revisor de la mayoría de los fondos que vigila, casi todos con denominación vinculada a su consultora, como por ejemplo "Gems Russia Fund Ltd". Sus operaciones están centralizadas en Islas Caimán y Luxemburgo, otros dos paraísos off shore, según los parámetros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Desde allí mueve el dinero hasta las latitudes menos pensadas: desde El Líbano hasta Grecia, Panamá o Brasil. Operar en paraísos fiscales es una práctica frecuente, ya que son territorios con bajísimas tasas.

Al registrar una sociedad off shore, los clientes pueden ocultar su identidad, otra conducta habitual en Suiza pese a que los ejecutivos del HSBC remarcaban que en esa jurisdicción regía el secreto bancario. Abadi también aparece como dueño de ocho cuentas (entre las 65 que maneja) por un total superior a los US$ 4 millones.

Ése es el único de sus perfiles de cliente en el que está establecido que la documentación no debe ser enviada a domicilio, sino que se debe atesorar en el HSBC Ginebra. Es una ciudad que conoce: trabajó como asesor del banco Worms, con sede en la capital helvética. Vigente desde 1987, Gems tiene 55 empleados en su sede londinense frente al Hyde Park. Desde allí establece contacto con Tel Aviv, Bahamas, Ginebra, San Pablo, Singapur y Buenos Aires, según explica en su sitio web.

Abadi viaja con frecuencia a la capital suiza para hacer operaciones en el HSBC: sólo en 2005 visitó (junto con Goldfarb) al menos cuatro veces las oficinas de esa sede. Ante el HSBC, Abadi ofrece domicilios en cuatro ciudades.

La primera opción para enviar su correspondencia es Montevideo. Después, Buenos Aires, Londres y Tel Aviv. El contador menciona dos direcciones porteñas en las coquetas calles de Belgrano R: el departamento de sus padres y una antigua casona en la que actualmente funciona una clínica de medicina estética.

La sucursal argentina de Gems, inscripta en 2003, opera en plena city porteña. A pesar de residir en el exterior, Abadi tuvo participación en diversas sociedades en el país junto a la familia Goldfarb, la mayoría vinculadas a los negocios inmobiliarios, como Coari SA, Admenex SA y Mérida Construcciones SA.

La AFIP no aclaró la situación fiscal de Abadi, aunque reconoció que se trata de un argentino no residente. "Tuvo un viaje urgente a Asia, no podrá atenderte", dijo su secretaria desde Londres a La Nación, que lo llamó durante cinco días y le envió dos correos electrónicos. Abadi no respondió ninguna de las consultas de este diario.

La revelación de las cuentas en Suiza permite abrir una ventana sobre uno de los sistemas bancarios más herméticos del mundo. Los documentos que aportan Le Monde/ICIJ dejan al descubierto la relación del HSBC Ginebra con sus clientes, ya que permiten leer las anotaciones de los ejecutivos del HSBC Suiza en las fichas que el banco registra por cada cliente.

Allí puede leerse la síntesis de diálogos telefónicos, mails o visitas que los empresarios concretan en Ginebra. Esas anotaciones relatan escenas de clientes que retiran valijas colmadas de dólares o, simplemente, que especulan con la compraventa de divisas.

"El cliente informó que la garantía fue cancelada en HSBC Buenos Aires", escribió el empleado después de una llamada de Goldfarb, 9 de noviembre de 2005. En las fichas también aparecen perlitas que ejemplifican el trato que reciben los clientes. Como le sucedió a un empresario argentino que llegó a depositar US$ 22 millones en sus cuentas.

Un ejecutivo del HSBC lo invitó a un prestigioso evento social en el principado de Mónaco. Llevó un ramo de flores para su mujer, que se encontraría en la fiesta con reyes y princesas.

Entretelones de una investigación diferente
El informe pasó por un grupo internacional de periodistas; la AFIP filtró antes una parte
A mediados de julio de 2014, La Nación recibió el primer aviso: un periodista del diario tendría acceso a las decenas de miles de cuentas bancarias que el técnico informático Hervé Falciani extrajo del HSBC.

En septiembre de ese mismo año, Hugo Alconada Mon se reunió con una veintena de colegas de todo el mundo en París. Todos estaban allí como integrantes del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), al que sólo se puede ingresar por la elección de sus actuales miembros. En la redacción de Le Monde se acordaron algunas pautas sobre cómo se avanzaría con la investigación grupal y ciertas fechas clave.

Entre otras, se estableció la fecha de publicación, que se fijó para la primera o segunda semana de febrero de 2015. A los pocos días, un equipo de periodistas de La Nación comenzó a analizar 3,3 gigas de información junto al equipo de La Nación data. Fueron seis meses de trabajo.

ICIJ enroló a más de 140 periodistas de 50 medios de todo el mundo, como por ejemplo Le Monde (Francia), la BBC (Inglaterra), 60 Minutes (CBS, Estados Unidos), Süddeutsche Zeitung (Alemania), La Nación y Clarín, entre otros, para que la filtración de la información tuviera réplicas transnacionales.

Mientras se encaminaba la investigación global, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) obtuvo también una copia de las cuentas del HSBC, aunque acotada a los casos de la Argentina, y la filtró casi de inmediato, mientras la presidenta Cristina Kirchner afrontaba serios problemas por la difusión de datos sobre los vínculos entre su sociedad Hotesur y el empresario kirchnerista Lázaro Báez.

La Nación consultó entonces a los coordinadores del ICIJ, radicados en Washington, para saber si también podía comenzar a publicar la información. La respuesta, el 27 de noviembre del año pasado, fue negativa: debía respetarse lo que en términos periodísticos se llama "embargo". Es decir, esperar hasta una cierta fecha para publicar en forma conjunta todos los datos.

Compromiso inicial
"Éste fue el compromiso inicial y es lo que les pedimos aún en circunstancias apremiantes", indicó una directiva de ICIJ. "El trabajo de muchos meses será infinitamente mejor, más profundo y relevante que entrar en una guerra de nombres y apellidos con el Gobierno (argentino)", argumentaron.

Así, mientras el gobierno argentino filtraba ciertos datos -parciales y de manera interesada-, este diario debió mantener bajo reserva la información con que contaba y analizaba desde hacía meses. Fruto de todo ese análisis de mucho tiempo de trabajo,

La Nación también tomó la decisión de sólo publicar ciertos nombres -por tratarse de figuras públicas o empresas de renombre, con montos elevados en Suiza-, pero mantener en reserva la de cientos de personas sin connotación pública conocida.
Con la colaboración de Ricardo Brom

En el HSBC de Suiza hay una cuenta de un amigo de Cristina
Cuentas en el exterior
Por: Daniel Santoro
Entre los más de 3600 clientes con cuentas abiertas en el HSBC también aparecen empresarios kirchneristas como Juan Carlos Relats, Raúl Moneta y cercanos al Gobierno como los Werthein, entre otros. En cambio, cuando el Gobierno denunció en noviembre a empresarios y políticos por supuesta evasión impositiva solo hizo trascender, por ejemplo, los nombres del diputado de la Coalición Cívica Alfonso Prat Gay, del directivo del HSBC local, Gabriel Martino, de la familia Rodríguez Larreta, el ex juez Martín Silva Garretón y de directivos de Cablevisión.

Los nombres trascendido no eran un listado completo. Esta megacausa la investiga la jueza en lo penal tributario María Verónica Straccia. Estos nuevos casos fueron descubiertos gracias a una investigación mundial de medios que lideran Le Monde de Francia y el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (www.icij.org) con sede en Washington y de la que participó Clarín.

El trabajo pudo hacerse gracias a que Le Monde y el ICIJ consiguieron la base de datos del HSBC que el ex directivo Hervé Falciani de ese banco entregó al gobierno de Francia. El ICIJ detectó que 3642 clientes de Argentina del HSBC depositaron en el 2006 más de 3.500 millones de dólares. En todos los casos, aquellos que declararon sus cuentas ante la AFIP no cometieron evasión impositiva u otro tipo de delito. Uno de los casos que no dejó trascender el gobierno es el del recientemente fallecido empresario K Juan Carlos Relats, ex administrador del hotel Los Sauces de la familia Kirchner. Según su registro, Relats había abierto la cuenta en el 2002 y llegó a depositar entre el 2006 y 2007 6.585.953 dólares.

En la parte de comentarios de la cuenta dice que a fines del 2005 llamó un intermediario al banco que identifican como “Ignacio del Carril” para pedir la renovación del depósito a 60 días.

El estudio jurídico Mossack & Fonseca de Panamá de creó las 123 empresas atribuidas a Lázaro Báez y que funcionan en Nevada, Estados Unidos, también aparece con varias cuentas propias y de sus miembros. Otro de los que el Gobierno omitió dejar trascender su nombre, es el ex banquero menemista y actual empresarios de medios K, Raúl Moneta, quien ya había tenido una causa por evasión impositiva por haber sacado del país 4.500 millones de dólares a través del Federal Bank de Bahamas. Ahora se descubrió que tiene una cuenta de la empresa Adamson INC de Panamá con un saldo de 8 mil dólares. También aparecen cuentas de Telecom del grupo Werthein con un saldo de 13.833.700 dólares.

Las “amas de casa” del HSBC
Por: Will Fitzgibbon (ICIJ) y Martha M. Hamilton (ICIJ)
Pioneras industriales, arquitectas, periodistas, docentes, princesas y herederas de grandes fortunas aparecerían en los registros del banco privado suizo HSBC como "amas de casa". Era un día más en la vida de un ama de casa. Hanne Tox, danesa, por entonces de 57 años, visitó el HSBC Private Bank de Suiza en 2005 para discutir sobre su cuenta. Parecía algo complicado.

Un empleado del banco escribió: “Dueña de cuenta vive en Dinamarca, i.e. es crítico ya que es un acto criminal tener una cuenta en el extranjero sin declarar... el problema podría ser resuelto por... alternativas tales como crear una compañía off-shore”.

Meses después, Tox visitó de nuevo a sus banqueros. Esta vez, Tox pasó la noche en Zúrich, en uno de los hoteles más lujosos e históricos del mundo. “Abierto en 1844 por Johannes Baur”, reza el sitio web del hotel, que fue “sede del estreno mundial del primer acto de 'Die Walküre' de Richard Wagner y el mismo sitio donde la baronesa Bertha von Suttner convenció al industrial sueco Alfred Nobel de la necesidad de un premio internacional de la paz”.

“Dueña de cuenta se hospedó en el “Baur au Lac” y lo disfrutó mucho”, indica su archivo bancario. Al día siguiente recibió un “retiro de 100.000 coronas danesas” (solo entregamos en efectivo, anotaron), suma que por entonces equivalía a unos US$ 16.000. Los oficiales bancarios agregaron: “Y entonces, luego de su visita, la Sra. H.T. volvió a casa”.
La Sra. H.T., como el banco se refería a Tox, es identificada como una “asistente y ama de casa” en los datos del banco que identifican las profesiones de los clientes. Para Tox, cuyo esposo murió en 2003 según se registra, parece una descripción adecuada y bien comedida de cómo pasaba sus días. Tox no respondió a una solicitud de comentarios por parte del ICIJ.

La descripción de su visita proviene de los archivos del HSBC Private Bank de Suizaobtenidos por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés) y Le Monde. Los datos contienen nombres de dueños de cuentas, depósitos y demás información individual que demuestran que el banco en ocasiones estaba dispuesto a servir a clientes cuestionables, algunos de los cuales no eran amas de casa sino criminales convictos y traficantes de armas.

Cuando las cuentas citan una profesión (muchas no lo hacen), ama de casa aparece con una sorprendente frecuencia, más a menudo que profesiones tan lógicamente lucrativas comodoctores, abogados o comerciantes de diamantes. Puede usarse para describir a una mujer casada adinerada, pero en algunos casos también se aplica a mujeres entre las que se incluyen pioneras industriales, arquitectas, periodistas, docentes, princesas y herederas.

El hecho de que el banco privado consideraba, o al menos describía, a estas mujeres como amas de casa podría explicar sus altos números entre las cuentas en las que se citan profesiones. Las amas de casa componían más de 7.300 de los clientes listados por profesión en los archivos del HSBC, superando a dos otras categorías que sugieren una falta de compensación paga: “Sin profesión” y “Estudiante” suman juntos menos de 4.000.

Ama de casa: Pionera de la publicidad
Mary Wells Lawrence. Foto: Getty Images
Una de las mujeres denominadas “ama de casa” por HSBC es la pionera de la industria publicitaria Mary Wells Lawrence. Lawrence, actualmente de 86 años, fundó la firma publicitaria Wells Rich Green en 1966, cuando las mujeres ejecutivas eran tan pocas como lo son en “Mad Men”.

Se volvió una de las mujeres mejor pagadas en el negocio, además de la primera en estar a la cabeza de una corporación listada en la Bolsa de Valores de Nueva York. Entre las frases que ayudó a crear durante su carrera en la publicidad están “I love New York”, impulsando el uso del símbolo de corazón para la palabra “amo” en un logo estilizado;“Amigos no dejan que sus amigos manejen borrachos”, “Plop, plop, fizz, fizz” (Alka Seltzer) y“En Ford, la calidad es Número 1”. Su matrimonio con el ejecutivo de aerolínea de Braniff y excliente de HSBC Harding Lawrence, quien murió en 2002, los puso a ambos en “una vida de pareja de poder empresarial chic que ha sido virtualmente incomparable desde entonces”, de acuerdo a The New York Times.

Era un “matrimonio viajero” que dividía su tiempo entre EE.UU., una isla del Caribe y una suntuosa propiedad en la Riviera Francesa, donde hacían de anfitriones de fiestas a las que acudían luminarias que supuestamente incluían a la princesa Grace de Mónaco, Frank Sinatra y Andrew Lloyd Webber, de acuerdo a Forbes. No es el caso de la mayoría de las amas de casa. Los archivos obtenidos por el ICIJ muestran que era la dueña beneficiaria de cuatro cuentas, dos de ellas aún abiertas en 2006. De esas dos, una estaba bajo el nombre de una compañía “offshore” de las Bahamas, Five Angels Investment Limited, y contenía un monto máximo deUS$ 135,5 millones en 2006/2007.

La otra cuenta, nombrada Sandia Corporation Limited,tenía hasta US$ 1,9 millones durante esos años. La dirección de Lawrence figura en los archivos de HSBC como Las Terrazas, Mustique, un islote privado en la nación caribeña de San Vicente y las Granadinas.

Los nombres de Lawrence y su difunto esposo son dos de solo tres hallados en los archivos de HSBC con una dirección en San Vicente y las Granadinas, un participante pequeño pero secretista en el mundo de los paraísos fiscales “offshore”.

Lawrence no respondió a las repetidas solicitudes de comentarios por parte del ICIJ. Aunque muchas de las amas de casa en la lista no son tan exitosas profesionalmente como Lawrence, otras son extraordinarias en formas que normalmente no vienen a la mente cuando a alguien se la describe como tal.

Ama de casa: Princesa Saudí
Princesa Lolowah al-Faisal Al Saud. Foto: Wikipedia
Una princesa saudí y una de las activistas que más abogan por la educación de las mujeres en el Medio Oriente, Lolowah al-Faisal Al Saud, también aparece como “ama de casa”.

La princesa Lolowah, de 67 años, es una de los nueve hijos del ex rey saudí Faisal bin Abdulaziz Al Saud con su cuarta esposa. Fue educada en Lausanne, Suiza, y creció en el lujoso palacio Shubra en Ta'if, la antigua residencia de verano de los reyes saudíes en medio de una región rica en miel e higueras.

Es sobrina del nuevo rey Salman y hermana del actualministro del Exterior de Arabia Saudí y del exembajador del país ante el Reino Unido y EE.UU. La princesa Lolowah es la vicedirectora de la junta de fideicomisarios de la Universidad Effat, la primera universidad privada sin fines de lucro para mujeres en Arabia Saudí. Actualmente divorciada, viaja por el mundo hablando sobre asuntos de la mujer y asiste regularmente al Foro Económico Mundial, donde en 2007 declaró su apoyo al derecho de las mujeres de Arabia Saudí a conducir.

En 2012 dijo ante una audiencia en la universidad que“el camino aún es largo” para las mujeres en Arabia Saudí. Tras los ataques terroristas del 11 de setiembre de 2001 en los Estados Unidos, la princesa Lolowah lideró una “ofensiva del encanto” saudí, de acuerdo a una rara entrevista con el diario Telegraph del Reino Unido.

De acuerdo a los archivos filtrados, ella era –junto con otros miembros de la familia real saudí– la dueña beneficiaria de una cuenta que estaba bajo el nombre de Pearl Enterprises Limited y que tenía una dirección en las Islas Caimán. La cuenta tenía hasta US$ 1,75 millones en 2006/2007.

Una serie de gerentes de cuentas de HSBC tenían “derecho de inspección” para la cuenta, incluyendo a uno que se describía a sí mismo en su perfil de LinkedIn como “responsable de gerenciar y administrar una cartera de valores de fondos privados y compañías de valor ultra alto para una variedad de clientes internacionales del banco”.

Los archivos no especifican el rol de la princesa Lolowah en relación a las otras dos cuentas abiertas con el HSBC Private Bank (Suiza) entre 2002 y 2003. La primera en ser abierta fue cerrada antes de 2007. La segunda, a la cual estaba vinculada junto a otros ocho miembros de la familia real, estaba bajo el nombre de The Effat Charitable Foundation Ltd.

El monto máximo que tuvo en 2006/2007 fue US$ 31,2 millones  La princesa Lolowah no respondió a las repetidas solicitudes de comentarios por parte del ICIJ.

Ama de casa: Ejecutiva de finanzas convertida en fugitiva
Khunying Patcharee Wongpaitoon, una mujer de negocios tailandesa convertida en fugitiva y que falleció hace algunos años, estaba conectada a una cuenta de HSBC cuando fue investigada por uno de los primeros ejemplos de manipulación de precios de acciones del país.

Los archivos filtrados no especifican su conexión precisa con la cuenta. Descrita en los medios de prensa como una “acaudalada mujer de negocios”, Wongpaitoon, cuya cuenta de HSBC estuvo abierta desde 1992 hasta 1994, fue una de varios ejecutivos acusados de crímenes corporativos que llevaron al colapso, en febrero de 1993, de la First City Investment Finance Public Company Limited. La compañía luego fue rescatada por el gobierno tailandés.

De acuerdo al diario The Nation de Tailandia, Wongpaitoon evadió el arresto, convirtiéndose en una fugitiva hasta que el tiempo límite para el proceso pasó. Hija de un ex primer ministro asistente de Tailandia, Wongpaitoon fue declarada en bancarrota en 1999, luego de hallarse en mora en una garantía de préstamo bancario de US$ 2,4 millones, pero luego volvió a ser solvente, reportó el diario.

En 1998, la mujer de negocios también estuvo involucrada en acusaciones de que su compañía se beneficiaba de contratos de construcción otorgados por la ciudad de Bangkok, cuyo gobernador por ese entonces era su hermano.

Ama de casa: Hereda una casa de modas
Arlette Ricci es la heredera de la multimillonaria fortuna de su abuela Nina y su abuelo Robert Ricci, quienes juntos establecieron una de las más antiguas casas de modas de Francia y un gigante global del perfume.

La marca de modas Nina Ricci, que buscaba “hacer que las mujeres se vean hermosas, con una chispa juvenil”, fue fundada en 1932 y la primera botella de perfume llegó una década después.

La marca Nina Ricci ahora es propiedad de un conglomerado español. Ricci era la dueña beneficiaria de una cuenta bajo el nombre de la compañía Parita Compañía Financiera S.A., con base en Panamá, que tuvo hasta US$ 22,5 millones en un punto de 2006/2007.

Las detalladas notas dejadas por empleados de HSBC en el archivo de Ricci incluyen una visita por parte de la heredera/ama de casa en abril de 2005 para “retirar algunos euros”. Ricci es listada como apoderada de otra cuenta, Myr Associates Inc., que tuvo US$ 1,9 millones y fue cerrada en 2006. Una tercera cuenta, bajo el nombre Positano, cerrada en 1989, no indica explícitamente el rol de Ricci.

De los 3.000 ciudadanos en la lista de HSBC que las autoridades francesas recibieron en 2009, Ricci era solo una de las decenas de acusados de fraude de impuestos por el Departamento de Justicia francés en relación a cuentas suizas sin declarar, de acuerdo a reportes de los medios.

Se reportó que la policía arrestó a Ricci en 2011 en su casa del centro de París y la tuvo bajo custodia por 48 horas. “Disputamos los montos y los eventos como se relatan en los recuentos de los archivos de Falciani y todos los lazos con estas compañías [offshore]”, dijo a periodistas en 2013 el abogado de Ricci, Jean-Marc Fedida, añadiendo que ésta pasa gran parte del año viviendo en el chalet suizo que compró en 2008. La investigación francesa de las cuentas de Ricci en HSBC sigue en proceso.

Respuesta oficial del HSBC ante las consultas realizadas por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación
HSBC Global Private Banking (“GPB”) y en particular su banco privado suizo han sufrido una radical transformación en los últimos años. HSBC ha implementado numerosas iniciativas diseñadas para impedir que sus servicios bancarios sean utilizados para evadir impuestos o lavar dinero.

En el pasado, la industria bancaria privada suiza operaba de una forma muy diferente a como lo hace hoy. Los bancos privados, incluyendo el banco privado suizo HSBC, asumían que la responsabilidad por pagos de impuestos recaía en los clientes individuales, no con las instituciones que les servían de bancos.

Los bancos privados suizos eran típicamente utilizados por individuos adinerados para manejar su riqueza en una forma discreta. Aunque hay numerosas razones legítimas para tener una cuenta bancaria suiza, en algunos casos individuos se aprovecharon del secreto bancario para mantener cuentas sin declarar.

Esto resultó en que los bancos privados, incluyendo el banco privado suizo HSBC, tengan un número de clientes que podrían no haber acatado del todo las obligaciones de impuestos aplicables. Reconocemos y somos responsables por fallas en el control en el pasado.

Hemos tomado pasos significativos durante los últimos años para implementar reformas y sacar a clientes que no estuvieran a la altura de los estrictos nuevos estándares de HSBC, incluyendo aquellos que nos causaban inquietud con respecto al acatamiento de impuestos.

También hemos concentrado nuestro banco privado suizo en clientes de mercados estratégicos del Grupo, como dueños y directores de los clientes bancarios comerciales del Grupo. Como resultado de esto, el banco privado suizo HSBC ha reducido su base de clientes en casi un 70% desde 2007.
Cambiando las expectativas de la industria
Las expectativas regulatorias y públicas sobre el rol de un banco a la hora de asegurar el acatamiento de impuestos por parte de sus clientes han cambiado dramáticamente. Ahora se espera que los bancos asistan a las autoridades de impuestos en perseguir a evasores, además de no facilitar la evasión de impuestos o cualquier forma de desobediencia de las obligaciones de impuestos.

Una gran reforma regulatoria se está llevando a cabo en varias jurisdicciones para asegurar que se comparta información con las autoridades relevantes de forma rápida. Tratados bilaterales de impuestos, FACTA, OECD, Common Reporting Standard y otras iniciativas están diseñadas para traer mayor transparencia y asegurar que, en el futuro cercano, un individuo que desee “esconder” bienes de las autoridades se vea imposibilitado de hacerlo.

HSBC da la bienvenida y apoya a estas reformas, incluyendo el paso a Common Reporting en 2016-2018, y ya está en proceso de adoptar todas las medidas necesarias para cumplir con sus obligaciones.

Reformas del HSBC
Historia
Antes de la compra del Republic National Bank de Nueva York y Safra Republic Holdings S.A., un banco privado en 1999, HSBC tenía una pequeña actividad bancaria privada centrada principalmente en clientes de Grupo.

El banco privado suizo fue mayormente adquirido a través de esta transacción. El negocio de Republic/Safra se centraba en una base de clientes muy distinta y tenía una cultura significativamente diferente a la de HSBC.

Los negocios adquiridos no fueron totalmente integrados al HSBC, permitiendo que las diferentes culturas y estándares persistan. Demasiadas cuentas de bajo y alto riesgo eran mantenidas y el negocio se extendía por más de 150 mercados geográficos.

Reconocemos que la cultura de acatamiento y los estándares de diligencia en el banco privado suizo HSBC, al igual que en la industria en general, eran significativamente más bajos que ahora. Al mismo tiempo, HSBC era manejado en una forma mucho más federada que hoy y las decisiones eran frecuentemente tomadas a un nivel país.

Presente
En enero de 2011, la nueva gerencia del Grupo cambió fundamentalmente la forma en que HSBC está estructurado, manejado y controlado. Fue reorganizado en cuatro líneas globales de negocio: Global Banking & Marteks, Global Private Banking, Commercial Banking y Retain Banking & Wealth Management. Además, Global Functions, incluyendo Risk & Compliance, Legal y Audit fueron creados para asegurar un control central y mejor supervisión. Al mismo tiempo, HSBC llevó a cabo una remodelación completa de todo su negocio bancario privado, añadiendo iniciativas que previamente había tomado en relación a clientes de EE.UU. desde 2008.

Por primera vez, la gerencia global de GPB fue transferida a Suiza para efectuar esta limpieza de riesgos y reconfiguración. GPB ha vuelto a su modelo previo de negocios, centrándose en los dueños y los directores de los clientes bancarios comerciales del Grupo. Hoy, el equipo de gerencia en Suiza que está llevando a cabo estas reformas es sustancialmente distinto al periodo de antes de 2011.

Cambios
Desde 2012, GPB desarrolló una política de transparencia de impuestos, declarando que cerrará cuentas y rechazará negocios si hay razón para creer que un cliente o potencial cliente no está en total cumplimento de las obligaciones de impuestos relevantes.

Bajo la iniciativa de transparencia de impuestos, se condujo una revisión de cuentas existentes que el banco tenía la intención de mantener. Cada cuenta fue cotejada con una lista de estándares para identificar posibles indicadores de incumplimiento de obligaciones de impuestos. Todo problema fue investigado y, si no fue satisfactoriamente resuelto, la cuenta fue cerrada o puesta en proceso de cerrarse lo más pronto posible.

Bajo la iniciativa de transparencia de impuestos, también mejoramos nuestros conocimientos de “conoce a tu cliente” (KYC), incluyendo una validación independiente por parte de auditores, y nuestros procedimientos anti-lavado de dinero (AML) para asegurar una consideración más completa de la fuente de la riqueza de un nuevo cliente. Enmendamos nuestros términos y condiciones estándar para requerir que el cliente afirme que está en cumplimiento con sus obligaciones de impuestos.

Los términos y condiciones enmendados permitían al banco privado rechazar una solicitud de retiro de efectivo y establecían estrictos controles sobre retiros de más de US$ 10.000. Aunque legalmente permisivos, los términos y condiciones dan a HSBC el derecho de revelar la información de un cliente a las autoridades de impuestos relevantes.

Descontinuamos el servicio de retención de correspondencia e implementamos una nueva política para remediar cualquier acción al portador en cuentas no-individuales. E

l resultado de nuestras reformas es evidente, ya que el número de cuentas y el total de bienes de clientes del Banco Privado Suizo han sido activamente reducidos por este intensivo ejercicio de limpieza de riesgos, en el que hemos priorizado el cumplimiento y la transparencia por encima de las ganancias: En 2007, el Banco Privado Suizo tenía 30.412 cuentas. Al final de 2014, habíamos reducido ese número a 10.343.

En 2007, el Banco Privado Suizo tenía un total de bienes de clientes de US$ 118,4 mil millones. Al final de 2014, ese número había sido activamente disminuido a US$ 68 mil millones. En 2007, el Banco Privado Suizo cubría a clientes residentes en más de 150 países. Estamos en proceso de sacar a clientes residentes en más de 100 de esos países.

Estándares globales
En un contexto más amplio, en abril de 2007, el jefe ejecutivo de HSBC, Stuart Gulliver, anunció el compromiso de HSBC de implementar los estándares más altos y más efectivos a través del Grupo para combatir el crimen financiero.

HSBC está cumpliendo con ese compromiso de Estándares Globales y ahora está en el segundo año de un programa de cinco años para transformar la forma en que HSBC encara el riesgo de crimen financiero.

Los pasos que HSBC ha tomado de forma global para limpiar los riesgos y las reformas comprensivas que el Grupo está estableciendo asegurarán que HSBC tenga un robusto y sostenible programa de sanciones y cumplimiento anti-lavado de dinero. Entre otros pasos, HSBC ha:  
  • Cumplido con un número de obligaciones de sanción claves bajo un Acuerdo de Proceso Diferido de dos años con el fiscal de distrito de Nueva York, resultando en la expiración de este DPA en diciembre de 2014.
  • Fortalecido la junta y la gerencia ejecutiva sobre problemas de crimen financiero.
  • Sumado 1.750 profesionales de cumplimiento entre el Q3 2013 y Q3 2014, llevando el número total de personal de cumplimiento en todo el Grupo a 6.900.
  • Reducido el riesgo promedio de crimen financiero al que estamos expuestos, retirando productos, clientes y mercados en los que los riesgos de crimen financiero son demasiado grandes para ser manejados.
  • Publicado políticas globales AML y Sanciones (nuestros estándares globales) y estamos desplegando los sistemas, procesos entrenamiento y apoyo para implementar las políticas en todos los lugares donde HSBC opera.
  • Establecido una red global de Unidades de Inteligencia Financiera (FIU) para identificar e investigar casos significativos, tendencias y asuntos estratégicos relacionados a riesgos de crimen financiero y compartir datos de inteligencia relevantes a través del Grupo.
Robo de datos
Por un periodo de varios meses a finales de 2006 y principios de 2007, un empleado de IT del Banco Privado Suizo, Hervé Falciani (HF), sistemática y deliberadamente descargó detalles de cuentas y clientes.

Esta fue una abierta violación de la ley suiza. HF está acusado de intentar vender los datos a bancos libaneses bajo un nombre falso, como el fiscal general suizo dejó claro en un comunicado de prensa el 11.12.2014. HSBC no tiene registros de que HF haya elevado alguna preocupación a su gerencia de línea, o de que haya usado la línea telefónica para informantes que estaba disponible al momento del robo.

Las autoridades francesas originalmente se hicieron con los datos robados en la casa de los padres de HF en Francia. Los datos no fueron entregados voluntariamente por HF. Desde entonces, las autoridades francesas han compartido los datos con numerosos gobiernos alrededor del mundo. HSBC ha cooperado y continúa cooperando en la medida de lo posible con solicitudes de información por parte de gobiernos con respecto a dueños de cuentas. Sin embargo, proveer datos de clientes a autoridades extranjeras constituiría en sí una ofensa criminal bajo la ley suiza.

No está claro si la integridad de los datos fue preservada, o incluso si los datos originales en sí eran completos y certeros. Recientes afirmaciones de un oficial francés de la ley en Niza sugieren que los datos han sido manipulados y, por lo tanto, podrían contener imprecisiones materiales.
Fuentes: PR Noticias, La Nación, Clarín, ABC Color

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