lunes, 28 de mayo de 2012

Revolución y libertad

Por: Sergio Fernández Novoa*
"Si los pueblos no se ilustran, si no se vulgarizan sus derechos, si cada hombre no conoce lo que vale, lo que puede y lo que se le debe, nuevas ilusiones sucederán a las antiguas, y después de vacilar algún tiempo entre mil incertidumbres, será tal vez nuestra suerte mudar de tiranos sin destruir la tiranía", sentenció Mariano Moreno, protagonista de mayo de 1810.
Esa frase bien sirve para esta etapa de la Argentina.
La acordada de la Corte Suprema de Justicia del martes último, con su pronunciamiento sobre el artículo 161 de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (SCA) y la medida cautelar que favorecía al Grupo Clarín, alienta la libertad de expresión y actualizan la sentencia de Moreno. La medida representa un avance hacia la democracia informativa y allana el camino para dejar atrás la madre de todas las tiranías: la comunicacional.
La norma que regula radio y televisión, votada por amplísima mayoría en ambas cámaras del Congreso Nacional, fue atacada por los grupos monopólicos con la complicidad de algunos jueces. Así, se mantenía sin resolución una acción judicial que posibilitaba a Clarín no iniciar su proceso de adecuación a la norma vigente.
El fallo del máximo tribunal plantea que a partir del 7 de diciembre de este año la empresa comandada por Héctor Magneto deberá ajustarse a lo que reza la ley. Pero sin dudas, lo trascendente es que una vez más la Corte se pronunció a favor de la ley de SCA y subrayó que quienes decían que corría riesgo la libertad de expresión no presentaron ningún elemento en ese sentido. Dicho fuera del formalismo tribunalicio: Clarín miente.
Mientras tanto, los medios aún dominantes intentan generar un clima de incertidumbre acerca del futuro económico del país con el dólar como bandera. Anuncian que se disparará su cotización y a partir de ese hecho prefiguran tiempos de crisis agudas. Prefieren, como siempre, dar crédito a miradas siempre interesadas sobre lo que sucede en la Argentina, como pasó esta semana con un informe del Departamento de Estado norteamericano, que escuchar lo que acontece puertas adentro.
Sin embargo, cada vez que algún extranjero prestigioso elogia nuestro rumbo, no integra la grilla de noticias de esos medios. Tal fue el caso del académico francés Jean-Pierre Lehmann, quien consideró que las perspectivas económicas de la Argentina de aquí al 2020 son "maravillosas" y tras destacar la "riqueza" del país opinó que "el reto es explotar el potencial" que tiene en diversos rubros.
Por su parte, Naciones Unidas felicitó al Estado argentino por la vigencia de la ley que garantiza el respeto a la identidad de género, una normativa pionera en la región que procura “garantizar la igualdad, el respeto y la dignidad de las personas trans”. Amerigo Incalcaterra, representante regional para América del Sur del organismo, resaltó que la ley “incorpora estándares internacionales de derechos humanos en términos de accesibilidad, confidencialidad y universalidad”.
En este contexto la Patria cumplió 202 años del comienzo del proceso de independencia. Una vez más, el acto central con la presencia de la presidenta de la República, se realizó en la Argentina profunda.
Esta vez el escenario de la celebración fue San Carlos de Bariloche, provincia de Río Negro. Allí, Cristina Fernández de Kirchner pidió “a todos los argentinos que entiendan que estamos ante una oportunidad histórica", y remarcó que en estos últimos nueve años "quedó demostrado que el modelo que valía es el de un fuerte mercado interno y de exportación, con desendeudamiento de la Nación, que permite tener libertad para decidir nuestras políticas y no depender del financiamiento externo a tasas siderales".
La recuperación de la soberanía hidrocarburífera también fue elogiada por la mandataria, quien agradeció a la oposición haber apostado a la unidad, porque “no puede haber nada más importante que los intereses de la nación y de la patria”.
La Presidenta también dejó en claro que el camino emprendido por Néstor Kirchner, quien inició el actual proceso político de transformación un 25 de mayo, pero de 2003, se basa en la unidad y la organización, con nuevos protagonistas en la arena política.
En contra del discurso que los medios hegemónicos agitan desde hace años, Cristina dijo que nadie es eterno. Dejó en claro, no sólo para el oficialismo sino para todos los estamentos que conforman la Nación, que es la hora de nuevos protagonistas en la dirección de la Patria.
Y eso, en un país cuya clase dirigente, política, empresarial, religiosa, sindical, entre otras, siempre se pensó eterna e impune, también es Revolución.
*Periodista. Director de Guayaquil, Centro de Estudios en Política y Comunicación para América Latina.

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